Esta heterotermia puede representar una adaptación del nado a larga distancia, aunque se desconocen sus límites", apuntan los científicos que, en una publicación en la revista Polar Biology, señalaron que uno de los osos del estudio sobrevivió nueve días nadando 600 km. Recapturado siete semanas después, el oso había perdido el 22% de su masa corporal