Los cánceres transmisibles están muy extendidos entre los bivalvos, e incluso pueden saltar entre diferentes especies.

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Reportajes 21 Agosto 2016
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Esta conclusión se desprende de un estudio internacional, del que se ha hecho eco la revista Nature, en el que ha participado un grupo de investigadores pertenecientes al Campus do Mar coordinados por Antonio Villalba.

A través del estudio de una muestra de individuos sanos y enfermos de un mejillón norteamericano y almeja bicuda y berberecho de Galicia, se buscaba determinar si en estas tres especies de bivalvos, las células cancerosas también se transmiten de unos individuos a otros, propagándose así el cáncer en la población . El trabajo realizado en Galicia complementó el análisis que había desarrollado al otro lado del Atlántico un equipo de la Universidad de Columbia, que determinaba que un clon de células cancerosas se está transmitiendo entre las almejas Mya arenaria de la costa atlántica norteamericana. Las células cancerosas pasan de unos individuos a otros y proliferan en el individuo receptor.

El equipo del Centro de Investigacións Mariñas (CIMA), formado por Antonio Villalba, María Jesús Carballal y David Iglesias participó en el diseño experimental del estudio, diseñó y realizó en Galicia los muestreos correspondientes a berberecho, almeja bicuda, y almeja babosa. Posteriormente se encargó de diagnosticar y seleccionar los individuos adecuados para análisis molecular, a los que se les extrajeron muestras de tejido sólido y hemolinfa, que se enviaron al equipo de Stephen Goff y Michael Metzger, de la Universidad de Columbia, para su análisis molecular. El trabajo desarrollado por los investigadores de Campus do Mar se completó con la caracterización morfológica de los linajes de células cancerosas, incluyendo el fotografiado y el análisis de los resultados.

Los resultados del análisis demostraron que en las tres especies las células cancerosas de cada individuo mostraban genotipo diferente al de las células sanas del mismo individuo, por tanto las células cancerosas que proliferan en cada individuo no se han originado en esos individuos. En el caso del berberecho se identificaron dos linajes (clones) diferentes de células cancerosas que se transmiten de unos individuos a otros. Además, los investigadores comprobaron con sorpresa que el genotipo de las células cancerosas de todas las almejas bicudas enfermas analizadas no correspondía a su especie, sino a la almeja babosa. Según explica Antonio Villalba, “se da la circunstancia de que en el banco donde recogimos las almejas bicudas, con un porcentaje alto de almejas bicudas afectadas, todas las almejas babosas que habíamos examinado a lo largo de años estaban libres del cáncer”.