La inversión rusa se había visto demorada por la necesidad de aprobar un Código de Ordenamiento Urbano y cambiar la zonificación del lugar donde se llevarán a cabo las inversiones.

En 2017, el Concejo Municipal de Ramallo, 200 kilómetros al norte de la capital argentina, aprobó el Código, que fue promulgado por el intendente y se espera que las autoridades correspondientes de la provincia de Buenos Aires lo homologuen para proceder a la concreción de los proyectos.

Gazprombank ha prometido una inversión inicial de 80 millones de dólares, que permitiría crear cerca de 200 puestos de trabajo de forma directa y un importante movimiento económico anual en la zona, señaló el intendente de Ramallo, quien recibió a Sputnik en sus oficinas de esa ciudad.

El emprendimiento consiste en un puerto para la llegada de importaciones procedentes de Rusia, fundamentalmente fertilizantes y combustibles y la exportación de granos y otros productos argentinos.

"A partir de la homologación del Código, esto abriría la posibilidad de avanzar en esta y otras inversiones, de alrededor de 600 millones de dólares, que están pendientes de esta decisión de la provincia para poder cristalizarse", señaló Poletti.

"Esto generaría un impacto económico muy importante en forma directa por la generación de empleo y también en forma indirecta. Es un proyecto que estamos esperando y más en estos días cuando el trabajo es un bien escaso. Vendría muy bien para la zona de Ramallo y toda la región", agregó.

"Nosotros calculamos cerca de 2.000 puestos de trabajo en los próximos dos años para la construcción del puerto y otras cinco o seis inversiones muy importantes que generarían ingreso de divisas y creación de empleo", dijo.

Ramallo es un centro industrial y agrícola con una ubicación estratégica sobre el río Paraná, la vía hídrica más importante del país, por la cual fluyen los barcos cargados de cereales y contenedores hacia los distintos países del mundo.

En Ramallo se encuentra la principal siderúrgica argentina: Ternium Siderar, que está en el parque industrial Comirsa donde hay también laboratorios de suero, cementeras, frigoríficos y metalúrgicas, además de astilleros y puertos de cereales.

"Si sale la homologación podríamos destrabar una medida cautelar de unos vecinos que plantearon no innovar sobre la zona, pero primero hay que aprobar el Código para poder resolver esta cuestión", señaló Poletti.

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Si los proyectos se ponen en marcha, se podrían sumar tres o cuatro puertos a los cuatro puertos privados existentes "afianzando a Ramallo como polo industrial y como destino de radicación de industrias y de creación de empleo", concluyó.