Bill Brown y Marcy St Claire son dos estadounidenses que desde hace décadas soñaban con conocer Cuba, y hoy finalmente hicieron realidad ese anhelo con la llegada a La Habana del crucero "Azamara Quest" de la compañía norteamericana Royal Caribbean.

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Gente 01 Abril 2017
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Para ambos, la experiencia promete brindarles la oportunidad de palpar una nación, una realidad, un pueblo y una cultura que tiene lazos muy estrechos con su país natal, pero que hasta hace muy poco era un destino vedado para los norteamericanos debido a la tirante relación entre ambos gobiernos desde hace más de 50 años.

"Fue muy bonito entrar por la bahía de La Habana al amanecer, la vista era impresionante. Creo que la llegada de este barco, así como de otros que ya han venido, será bueno para Cuba y Estados Unidos para que ambos países puedan acercarse de nuevo", dijo St Claire a Xinhua.

Tanto para la residente del estado de New Jersey como para Brown, proveniente de California, el inicio de operaciones comerciales en la isla de la cuarta compañía norteamericana de cruceros, es un paso que favorecerá el entendimiento mutuo entre los dos gobiernos y por consiguiente, entre sus pueblos.

"Es algo maravilloso que podamos ahora venir a Cuba. A mí me gustan mucho los autos antiguos y aquí hay muchos, por eso siento como si estuviera en casa", comentó complacido Bill Brown.

El barco atracó este día por primera vez en la terminal de cruceros "Sierra Maestra" de la capital caribeña con sus 694 pasajeros a bordo, como parte de un programa de escalas que trasladará a los clientes desde Miami hasta Cayo Hueso, Tampa, Nueva Orleans, Cozumel (México) y finalmente La Habana.

"Este es un día muy hermoso e histórico y nos sentimos muy complacidos. Los barcos de nuestra compañía visitan alrededor de 500 puertos de todo el mundo, pero hay un lugar donde habíamos querido estar durante más de 50 años y ese es La Habana, Cuba", confesó Adam Goldstein, presidente de Royal Caribbean Cruise Line Ltd.

En sus palabras de agradecimiento, pronunciadas tras la llegada del crucero, el directivo norteamericano reconoció el apoyo brindado por las autoridades locales para concretar este proyecto, y avizoró que en adelante se abren nuevas posibilidades de trabajo conjunto.

"Este es el comienzo de nuestras relaciones futuras, vemos muchas más oportunidades. Una es poder pasar a otros puertos cubanos para ofrecerles nuevas experiencias a nuestros clientes a medida que nos expandamos", dijo.

"Lo segundo, es poder trabajar para lograr otros proyectos en términos de infraestructura, cadena de suministros y aspectos ambientales", agregó Goldstein.

Por su parte, Angel Díaz, gerente general de la estatal local Aries Transportes S.A., elogió el interés de los directivos de Royal Caribbean de iniciar operaciones en la isla,

Díaz afirmó que a partir de hoy un mayor número de ciudadanos estadounidenses podrán visitar Cuba "para conocer de primera mano su realidad y atestiguar su riqueza patrimonial, cultural, social y natural".

El representante de la compañía caribeña, adscrita al Ministerio de Transporte de la isla, recordó que hasta la fecha a los norteamericanos no les está permitido realizar turismo en Cuba debido a restricciones de la Casa Blanca, que sólo autoriza 12 licencias especiales dentro de las cuales deben ajustarse los que deseen visitar la nación antillana.

No obstante las restricciones, las operaciones de cruceros provenientes de Estados Unidos y el arribo de viajeros a través de esta modalidad, se han multiplicado en los últimos meses con la llegada a La Habana en mayo de 2016 de la primera embarcación de este tipo en más de cinco décadas, el "Adonia", perteneciente a la compañía Carnival.

A esta última le sucedieron las corporaciones Pearl Seas en enero de 2017, Norwegian Cruise Line Holding, el pasado 9 de marzo y hoy se sumó Royal Caribbean.

Con lo cual se vislumbra una "relación comercial y de amistad a largo plazo", afirmó Díaz, una contribución a su juicio al proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos iniciado en diciembre de 2014 y oficializado en el verano de 2015 con la reapertura de las sedes diplomáticas en las respectivas capitales.

Según cifras oficiales del Ministerio de Turismo de La Habana, en 2016 llegaron a la isla 75.000 viajeros a través de la modalidad de crucero y se espera que unos 112.000 lo hagan este 2017.

Los datos revelan que el turismo de este tipo creció el año pasado casi 400 por ciento y en estos primeros tres meses, Cuba ya ha superado el millón de visitantes, tendencia que de mantenerse contribuirá a cumplir el objetivo trazado de llegar a los 4,2 millones en 2017.