Los productores de las Rías Bajas llevan más de un mes esquilmando la Costa da Morte para recoger cría de mejillón (mejilla) con destino a las bateas de Arosa. Este año, la escasez de mejilla es especialmente acuciante en esa Ría, por lo que los mejilloneros han tenido que trasladarse a la costa da Morte y Rías de Coruña y Ares para aprovisionarse, con el visto bueno de la Consellería do Mar (CM), que tiene previsto prorrogar sine die el permiso inicialmente concedido. Este permiso no delimita zonas de veda, respetadas por los percebeiros y ahora arrasadas por una extracción indiscriminada y no sostenible, que se desembarca en el puerto de Lorbé para ser trasladada por camiones al sur de Galicia.
El impacto ambiental puede ser de incalculables consecuencias, ya que se necesitan al menos 3 toneladas de base biológica rocosa para abastecer a una sola batea. En esta base de concho, arrancada a saco de las piedras productivas, se encuentran en este momento en pleno periodo de crecimiento las semillas de percebe, nécora, pulpo y todo tipo de peces y microorganismos cuya pérdida supone un ataque irreversible a un ecosistema frágil que tardará muchos años en recuperarse y supondrá una merma gigantesca de la biodiversidad costera.
ARCO IRIS insta a la CM a paralizar urgentemente este expolio natural, al menos en las zonas vedadas y ahora invadidas por verdaderas hordas incontroladas, generando una tensión social insostenible que puede causar incluso enfrentamientos físicos. Hoy mismo ya se han visto cuchillos en la zona de la Torre y la situación podría complicarse en los próximos días de no adoptarse decisiones urgentes.
Es por ello por lo que ARCO IRIS solicita a la Xunta que elabore un plan de cría de semilla en los propios colectores de los parques de bateas, para evitar estas incursiones nómadas en territorios ajenos que solo se explican por el afán de ciertos intereses por desnudar a un santo para vestir a otro. ARCO IRIS denuncia asimismo la falta de planificación y ordenamiento de la CM, que ha renunciado año tras año a poner orden en un sector productivo que debe regirse por criterios sostenibles de los que hoy carece. El futuro ambiental de la Costa da Morte (Red Natura 2000) y Golfo Ártabro está en serio peligro y con ello el medio de vida de cientos de familias.
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