La ruta central del Mediterráneo que comunica al norte de África con Italia, la ruta más mortífera para migrantes el año pasado, cobró la vida de 4.576 personas.
Otros 503 individuos se ahogaron en las rutas oriental y occidental del Mediterráneo.
Sin embargo, la organización cree que muchas de las muertes en el mar no se reportaron, especialmente entre el norte de África y España, donde la recolección de datos ha sido esporádica.
Se piensa que los botes más pequeños, que pasan desapercibidos para las autoridades, son los que se han perdido en esa ruta.
Aunque 2016 fue un año particularmente mortal para migrantes que buscan llegar a Europa, también fue un año en el que menos personas llegaron a las costas europeas.
Cifras preliminares de 2016, señalan que un total de 363.348 migrantes y refugiados llegaron a Europa, mucho menos que los más de un millón que arribaron hace dos años.
La mayoría de las llegadas del año pasado se registraron en Italia (181.436) y Grecia (173.561). Otras 8.162 personas llegaron a España y 189 a Chipre.