Los índices de mortalidad de las crías expuestas al ruido de los motores de los barcos aumentaba de forma significante

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Portada 10 Junio 2017
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El sonido de los motores de las lanchas altera de tal forma a los peces de arrecife que cambia el comportamiento de los padres y hace que éstos dejen de proteger, alimentar o interactuar con sus crías, reduciendo las posibilidades de supervivencia de éstas, según han revelado expertos marinos de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido.

 

La investigación, que usó grabaciones de ruido natural de un arrecife y ruido intermitente de lanchas a motor alrededor de 38 nidos durante 12 días, halló que los índices de mortalidad de las crías expuestas al ruido de los motores aumentaba de forma significante, sufriendo una mortalidad total en seis de los 19 nidos sometidos a impacto acústico.

La Universidad de Exeter, que ha liderado al equipo de biólogos marinos, dice que el ruido de los barcos es un "contaminante global" que distrae a los peces y les impide proteger adecuadamente a sus crías de los depredadores. Creen que el ruido de los motores debería tenerse en cuenta a la hora de intentar proteger las poblaciones de peces y la gestión pesquera.

El Dr. Steve Simpson, experto en impacto acústico en la vida marina en la Universidad de Exeter, dice:

"Este estudio plantea importantes implicaciones para gestionar el ruido de las 100.000 lanchas a motor que se usan en todo el mundo en entornos coralinos. Ahora estamos considerando zonas y corredores acústicamente silenciosos, así como explorando el desarrollo de motores y hélices que reduzcan el impacto de este extendido contaminante global."

Los investigadores dicen que su trabajo de campo sobre el efecto del ruido antropogénico en los peces de arrecife podría tener implicaciones más amplias para la supervivencia de otras especies marinas e incluso para aves y mamíferos y piden que se investigue más en estas áreas.

La Dra Sophie Nedelec, del College of Life and Environmental Sciences de la Universidad de Exeter, dice que cree que otras especies podrían verse afectadas de forma parecida por la contaminación acústica marina.

"El cuidado parental está generalizado en el reino animal; desde los herrerillos comunes a las ballenas azules, por tanto podrían haber grandes implicaciones para las poblaciones de animales afectados por el ruido," dice.

Ya se ha demostrado que el ruido de los barcos afecta al comportamiento de peces, mamíferos, aves e invertebrados. Puede obligarles a cambiar su hábitat para alejarse del ruido y reducir el éxito de encontrar pareja. El ruido puede viajar muchos kilómetros bajo el agua.

Esta nueva investigación, conducida por la Universidad de Exeter, la Universidad de Bristol, la Universidad James Cook, en Queensland, Australia, y el Instituto australiano de Ciencias Marinas, ha revelado que el ruido de las lanchas motorizadas puede aumentar el índice de mortandad entre los peces jóvenes.

"El comportamiento del cuidado parental parece verse obstaculizado en condiciones de ruido y creemos que esto facilita a los depredadores a atacar a sus crías. Es probable que el ruido estrese o distraiga a los padres, ofreciendo una ventaja a los depredadores," dice Nedelec.

Los investigadores estuvieron observando durante 12 días 38 nidos naturales con crías en la Gran Barrera de Coral. Hallaron que la exposición a grabaciones acústicas de lanchas motoras, en comparación a sonidos ambientales, tenía un impacto considerable en la supervivencia de las crías de peces de arrecife y el comportamiento de los peces machos adultos.

El ruido de las lanchas es la fuente más común de ruido antropogénico en entornos de aguas poco profundas. 

Los machos y las hembras de Acanthochromis polyacanthus, un pez de arrecife que vive en el Pacífico occidental tropical, crían a sus crías conjuntamente, siendo los machos los que más contribuyen al cuidado de los alevines.

Los peces expuestos al ruido de las lanchas pasaban más tiempo persiguiendo y atacando agresivamente a otros peces, en comparación a aquellos machos expuestos a grabaciones de sonido ambiental. Los científicos creen que este aumento en el comportamiento agresivo puede deberse a un elevado estrés o distracción provocada por el ruido que los lleva a a cometer errores, considerando al pez atacado o perseguido como una amenaza cuando no lo es.

Este mayor tiempo empleado "persiguiendo especies inapropiadas en momentos inapropiados" también significa que el padre pasa menos tiempo cerca del nido, dejando a sus crías vulnerables a ataques por parte de depredadores.

Los peces adultos expuestos al ruido de lanchas motoras también pasan menos tiempo alimentando a sus crías, llevando a reducir la condición física de las mismas.

Otros estudios han revelado que el desove podría verse interrumpido ante la aproximación de una lancha rápida.

"Los experimentos que miden la supervivencia en condiciones naturales - tal como hemos hecho en este estudio- son cruciales para comprender completamente el impacto del ruido antropogénico", dice el profesor Andy Radford, de la Universidad de Bristol.

El estudio ha sido publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B Journal.